Compañeros de alegrías,
soldados de mi espalda...
amigos que lamen mis lágrimas...
guardianes de la puerta de la casa,
okupas de la mitad de mi cama.
Que triste sería la vida si al llegar nadie me ladra...
Que angustia sentiría si no me voltearan los saltos de tantas patas.
Y cuando los se tan felices,
viendo que nada les falta
pienso en todos aquellos que la suerte los rechaza.
Quisiera poder encontrarle, a cada uno que pasa,
un hogar como el que ustedes
consiguieron, aca en casa.
Laura.
Feliz día del animal, para los de casa y para los que aun no pierden la esperanza de tener un hogar .





