Mi primera entrada en Villegas fue traumática. Quizá no tanto como la de Kitty que tuvo un preinfarto en la puerta, pero fue un duro golpe.
Muchos creen que somos fuertes, valientes... y no, somos sensibles, y lloramos por meses enteros.
Hoy encontré la foto del dogo de 40 kg que vi el 1º día que entré a las jaulas, y su mirada, me penetró. Me clavó los ojos y por 1 mes, no volví a dormir.
Siempre creí que había una sola clase de prisión, y que esa prisión era el zoonosis.
Hoy comprendo que la miseria, y la pobreza, la calle y la falta de oportunidades, es otra clase de prisión, porque sólo se sale con ayuda, como de las jaulas....
Hoy comprendo que la miseria, y la pobreza, la calle y la falta de oportunidades, es otra clase de prisión, porque sólo se sale con ayuda, como de las jaulas....
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Fundación Perritos de Villegas para la defensa del animal abandonado
Entidad sin fines de lucro.
Resolución 0001151
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