Siempre creí que había una sola clase de prisión, y que esa prisión era el zoonosis.
Hoy comprendo que la miseria, y la pobreza, la calle y la falta de oportunidades, es otra clase de prisión, porque sólo se sale con ayuda, como de las jaulas....

Memoria

Memoria
Perritos de Villegas
Fundación Perritos de Villegas para la defensa del animal abandonado
Entidad sin fines de lucro.
Resolución 0001151

BUENOS AIRES. ARGENTINA

viernes, 8 de abril de 2011

Maxi, mi ahijado





El día que vi la foto de Maxi en la jaula, quedé terriblemente afectada. La había sacado Gaby Espeche un sábado en Villegas.
Lo retiramos con las voluntarias y lo llevamos a una casa cercana , por San Justo, en el intento de poder tener a los perros en casas de vecinos que nos dieran hogar transitorio...pero el intento fue un fiasco, el hombre nada sabía de perros y fue así como Maxi partió al refugio de Brian, en Escobar.
Era la epoca en que había 30 perros en las jaulas todas las semanas, y no existían  tantos refugios y pensionados como hay ahora, ni tanta gente experta en los mismos.  Había que liberarlos, muchos hacía meses que penaban sin poder caminar dentro de una jaula. Cualquier lugar era mejor. Todos los intentos de la epoca en buscar casas de personas que nos cuiden los perros fracasaron. No es fácil reinsertar un animal maltratado si no se cuenta con experiencia. Por eso, decidimos nunca más recurrir a esa opción.  Los perros que vienen del maltrato, sólo deben pasar por manos expertas.
Costó mucho que Maxi confiara en la vida, y que aprendiera que valía la pena, cuando se tiene la suerte de estar rodeado de buena gente. Brian es especialista en domesticar...lo demostró a lo largo de estos años en que lo conozco.
Los perros del zoonosis, al menos los que yo conocí, en su mayoría tienen un pasado de maltrato o de abandono, muchos son pobres callejeros que cayeron atrapados, algunos sólo conocieron los golpes....y reaccionan de diversas maneras: o se agachan, y se convierten en sumisos, o son agresivos los primeros días y luego van cambiando, o al ser libres y ver todas las cosas lindas que tiene la vida, olvidan al instante, o, en algunos casos, los menos, quedan a la defensiva para siempre.
Maxi salió y estaba contento, corría, saltaba, tiraba las macetas, la verdad que se lo notaba feliz, pero enseguida, se puso muy desconfiado. Tenía su cuello cortado con un alambre de púas, que aún conserva la marca del horror.
Cuando fue a lo de Brian, aprendió que el ser humano puede ser un amigo,  y lo que es compartir con otros perros. Aprendió lo que significa ser libre, y vivr sin violencia, en armonía.
Ya pasaron  2 años y 4 meses y Maxi es un perro cariñoso, bueno, realmente feliz.
Dios quiera que algún día aparezca una familia para él, que valore a Maxi,  por  lo que pasó, y por  cómo venció la adversidad, y pudo rehacer su vida.  Maxi tiene 5 años , es mediano, muy lindo, y  compañero.
Pasó la mitad de su vida en un calvario, y la otra mitad en un refugio.
Te quiero Maxi.
Tu madrina .
Laura.

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